Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

domingo, 27 de abril de 2014

Manolo Otero de mis amores...




Ha sido una semana larga, muy larga. No de siete dias, de diez o mas.
Una vez más un eco de gente buena aplicando la lógica a cosas  de las que el corazón y la conciencia individual no entienden.  Y es que cuando algo dentro dicta lo que tienes que hacer aunque no debas, no hay voz  lógica que te convenza de lo contrario. Me he sentido como una niña otra vez, escuchando a los mayores y pensando tenéis razón, pero...
Ha sido una semana larga, si muy larga, pero afortunadamente se resolvió con resultado positivo y creo que todos andamos ya en camino de normalizarnos unos física y otros anímicamente.
Buen balance final ante lo que pudo ser una desgracia.
También ha ocurrido algo muy positivo, el poder descubrir una faceta que desconocía de un amigo y que me ha gustado mucho y es que sigue habiendo gente comprensiva y paciente, que hace grandes esfuerzos por entender lo que ni yo misma entiendo y se  mantiene en silencio,  aquí a mi lado, apoyando y respetando posibles iniciativas  por contrarias que le puedan ser y esta actitud no la sabe tener cualquiera.
A partir de mañana volveré a mi día a día, a  mi rutina mental y física, pues esta semana precisamente no se ha caracterizado por  la cordura y el sentido común. Semana de advertencias y broncas de quienes te quieren y padecen por ti, porque te conocen bien y saben que el corazón vence a la cabeza.
Que no se asuste nadie eh! Todas mis chaladuras afortunadamente son internas, por decirlo de alguna forma. Son malas pasadas de mi instinto protector,  nocivo para mi, pero una es como es y tan mayor no creo que cambie, es lo que hay.
El vídeo de este post no tiene nada que ver con lo que escribo, pero ya digo que es el cierre de una semana poco convencional y además me gusta Manolo Otero ¿qué pasa?



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