Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 25 de febrero de 2014

Me gusta la gente.

Gracias Christel. tkm



Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño. Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma. Me gusta la gente que con su energía, contagia. Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata. Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. Me gusta la gente que busca soluciones. Me gusta la gente que tiene personalidad. Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano es intentar sacarse de la cabeza aquello que no puede salir del corazón.

Mario Benedetti





HOY ES EL MOMENTO

Gracias Francisco



"Si esperas a mañana 
no me busques, ya me habré ido,
no mires detrás del velo
que protege tus recuerdos, 
habré desaparecido
al otro lado del espejo de la memoria

Si esperas a mañana
la vida se perderá entre los latidos
del corazón del olvido
a borbotones de desengaño,
habrá partido
en un vagón del tren de la huida

Porque mañana es sólo una palabra
porque hoy es el momento
porque el sabor de un instante 
no entiende de saetas de espera
porque un segundo es eterno
cuando se vive el presente
porque si esperas a mañana
el mundo será tan distinto
que no te reconocerás entre la gente…

Si recuerdas el ayer
los poros de tu piel envejecerán de hastío
aletargados por no cumplir sueños,
los dedos de tu deseo acariciaran vacíos,
ausencias sin dueño
en el hueco de un verbo durmiente

Si recuerdas el ayer
las arrugas se nutrirán de miedos,
los labios se resecarán sin besos,
en tu mirada no habrá más brillos
ni notarás el aroma de un aliento
rozando los surcos de tu vientre…

Porque ayer es sólo una palabra
porque hoy es el momento
porque los abrazos de siempre
se alimentan de aventura
porque un recuerdo no es eterno
cuando se vive el presente
porque si no olvidas el ayer
la vida será un suspiro
perdido entre tanta gente…"

De "Con la vida a cuestas. Nuevas cuestas" (Poemario inédito)
Francisco J. Picón

viernes, 21 de febrero de 2014

jueves, 20 de febrero de 2014

A quien nunca existió





"El presente no existe, es solo la línea divisoria entre el pasado que es historia y el futuro que está llegando....."

-foto de Toni Baeza Oto-


Y avanzando de puntillas por un camino angosto, 
en mis recuerdos, contemplo el paisaje, 
en todo el contexto de las cosas
y cada día que pasa, menos logro entender
como se puede sustituir voluntariamente
la belleza por lo grotesco
la ternura por la crueldad
la honestidad por la mentira
el amor por la ambición
la lealtad por lo sucio.
Y desde aquí, donde el sol brilla
y cada amanecer es una oda a la vida
me afianzo en este presente
en un intento desesperado
de borrar de mi mente
toda la suciedad de espíritu 
que ayer descubrí asombrada,
en quien mas creí, 
en quien mas amé.
Atónita porver lo que jamás
pude ni atreverme a imaginar, 
Me siento asustada
 por haber amado a un ente oscuro,
y afortunada por liberarme de él a tiempo, 
Entristecida e impotente
por haber asumido como ciertos
tantos años de falsedades
Ayer descubrí de madrugada
que ya encontró el lugar que le corresponde
en el castillo de la desesperación, 
el horror y la ponzoña
respirando el hedor del orín de gatos
rodeado de otros personajes inmundos
acordes a su elección de virtualidad y de vida.
Hoy, aquí, 
desde el calor de los días soleados
 y la paz del abrazo amigo,
doy una última mirada de adiós
a aquel que yo amé y que jamás existió,
mientras dejo unas flores sobre los recuerdos felices
que permanecerán intactos en mi memoria.
-Osane-




Al parecer cuando la nieve lo cubre todo
desaparecen los caminos
te diría ¿por qué te escondes?
¿por qué tan feliz con la nieve de enero?

te dejas llevar por la calle
con las primeras luces de la ciudad
...este enero

poco a poco se va derritiendo
y enseña las heridas rojas
los caminos que no cambian
...esté enero

volverás al escondrijo
hasta la próxima nevada
esconderás todos tus secretos
y recordarás un enero
de calles y tejados blancos...

miércoles, 19 de febrero de 2014




El tiempo no existe




Mi yerno dice que escribo poco aquí últimamente y tiene razón y es que cuando me siento bien, me cuesta mucho escribir.  Digamos que mi máquina creativa se  pone en marcha con la tristeza y que le vamos a hacer, en los últimos tiempos me siento tranquila y risueña.
Al cabo de los años he llegado a la conclusión de que el tiempo no pasa.
Puede que envejezcamos, que nuestras articulaciones hayan perdido rapidez y no seamos tan elásticos como antes. Puede que  tengamos sobrepeso o pérdida de visión, pero definitivamente, el tiempo no ha pasado.
Miramos atrás recordando con  nuestro álbum mental de imágenes, de alegrías, amores, tristezas, pero eso ya no existe.
El ayer ha  pasado de estar aquí a ser una niebla temporal,  que puntualmente puede producirnos una emoción, pero ya no existe.
Sigo siendo la misma, sigo pensando igual en casi todo, quizás haya madurado o sea mas cauta que antes, pero sigo intacta, a pesar de los golpes y arañazos, que han sido muchos.  Descubrir que alguien importante no es quien decía ser, no es moco de pavo, sobretodo cuando se toma la decisión de voltear toda una vida para ir con ese alguien a pesar de los pesares.
Cuando tengo un objetivo lo persigo tenazmente y cuando amo entrego todo, decido y me doy, eso si, siempre dentro de la ecología de no dañar a nadie de mi entorno, o abandonar mis deberes sagrados, mis hijos.
También obvio muchas emociones cuando tomo una decisión drástica. Alguna que otra vez he tenido que  desterrar mis sentimientos del corazón y prestar oídos al cerebro para poder emprender un camino de alejamiento voluntario, pero al final, sigo siendo la misma persona impulsiva y honesta que era con 15 años y por mas que rote la Tierra  los valores adquiridos desde niña no cambian.
Soy capaz de no guardar rencor a quien me hiere, aunque si procuro mantener una gran distancia y también destierro de mi mente cualquier idea vengativa, pues sabido es que todo lo que haces en esta vida, sea bueno o malo te viene de vuelta. Y puedo dar fe de ello, he visto como se le ha ido la vida al garete a quien jugó con fuego. La vida nos devuelve lo que damos, es una certeza.
Eso si, me defiendo con uñas y dientes de los ataques que me muestra con crudeza la vida y no hay peor ataque que el que infringe la desilusión y ver un ídolo rodar por el lodo.
Pero el tiempo no existe y todo, lo bueno y lo malo forma parte del pasado, ya no existe.
Hoy hoy hoy, no creo que vaya a ver amanecer hoy, hace frío. Ese  adelanto de verano de los últimos días  ha cesado.Y mañana no se y es que mañana tampoco existe.  Me encantará escuchar el wasap como cada día a las 8, tus buenos días y todo lo que  sigue. De momento solo puedo darte las buenas noches y kis kis.




jueves, 13 de febrero de 2014

Sin aliento...


Todavía creo, que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas
-Mario Benedetti-



Me dijiste:

si tu me mirás .... te enseñaré a decir te quiero sin hablar.

Y yo, te miré. 

Sin aliento ...sin oxígeno.





domingo, 9 de febrero de 2014

ARUNA VOLTEA SU VIDA






En la India las mujeres son  consideradas ciudadanas de poca o ninguna categoría, por decirlo  amablemente.
Sus padres eran muy pobres,  del medio rural y tenían varios hijos; así que cuando les ofrecieron llevárselas al orfanato de Nueva Delhi, a  Aruna y a su hermanita pequeña, para que recibieran una educación que ellos no podían darles, sus padres no se negaron. Las dos niñas Aruna y Ambar se abrazaron a su madre llorando, pero sabían que era lo mejor para todos.
La transacción la llevó a cabo su tío, quien cobro una cantidad por llevar a las niñas al horfanato, pero esto jamás lo supo la madre de Aruna.
Conocí a Aruna en la escuela de idiomas.  Es una muchachita hindú, nepalí, aunque sus facciones son asiáticas. Tiene diecinueve  años y tan solo lleva cuatro viviendo en Barcelona y sin embargo domina el castellano y el catalán casi perfectamente.
Cada día al salir clase, caminamos juntas hasta que ella  entra en el metro y por el camino nos gusta charlar. Es curioso como a pesar de tener edades tan diferentes, hemos conectado.
Suelo quejarme por la situación del España, supongo que me he contagiado del virus del pesimismo nacional y escuchar historias como las de  Aruna, me provocan una inflexión y darme cuenta de la suerte que tenemos los que vivimos en el mal llamado primer mundo.
Aruna y su hermanita Ambar llegaron al orfanato y sí, allí Aruna estudió y aprendió  varios idiomas.  Su hermanita con dos año de edad fue adoptada enseguida por una doctora catalana. Le hubiera gustado poder adoptar a  Aruna también, pero  en su país no permiten adoptar a  dos hermanos. 
Aruna pasó algunos años en el internado y aunque allí  aprendió muchas cosas, también sufrió mucho, hambre, frío y hasta maltrato.
Un día,  la dirección del internado,  le dijo que iban a viajar a Barcelona para conocer a su hermana y Aruna se puso muy contenta. Guardó en una bolsa de deporte sus escasas pertenencias y acompañada del director y otro hombre más, volaron hacia España.
Llego al hogar que había acogido a su hermana Ambar y cuando  se vieron al cabo de tantos años las dos niñas se abrazaron y lloraron de felicidad.  Había mucho de que hablar, pero su hermana solo hablaba castellano y catalán, aunque en realidad no les hacían  falta las palabras. Las miradas y los gestos de cariño eran suficientes.
La doctora parecía muy amable, ella si hablaba inglés y podían conversar. Pasaron tres días visitando Barcelona.  Para Aruna se abría un mundo nuevo, todo tan distinto de los lugares donde  había vivido hasta ahora, pero ese no era su mundo.  Empezaba a extrañar a sus compañeros de internado, que para ella eran como hermanos.
Una mañana despertó a las 5 y con gran disgusto,  observó que los dos hombres que  le habían llevado a Barcelona se habían marchado.  Se sentía engañada. Aruna deseaba regresar a India, pero se hallaba en la otra cara del mundo,  en una ciudad donde no entendía a nadie y aquella señora a la que su hermana llamaba madre, era una extraña para ella.
Muchos días lloró  llena de rabia, se sentía estafada y se enfadaba con la doctora, que era totalmente ajena al engaño del que fue objeto  Aruna, pues ella había conseguido adoptarla legalmente y reunirla con su hermana. 
Nadie informó a  Aruna que su próximo hogar sería Barcelona, cosa que su nueva madre ignoraba.
Los primeros tiempos fueron duros para Aruna.  Se negaba a llamar madre a aquella extraña.Tuvo que aprender dos nuevos idiomas, castellano y catalán , pero sabido es que la necesidad agudiza los sentidos y Aruna aprendió rápidamente, pero no conseguía adaptarse al ritmo de vida occidental y seguía sintiéndose traicionada, deseando volver a aquel internado donde había dejado a tantos amigos y que aunque humilde, era su zona de confort.
Transcurrieron dos años y su madre adoptiva le quiso dar una sorpresa. Iban a viajar a la India y le prometió  a Aruna que si  aun deseaba regresar al orfanato, se quedaría.
Aruna se sintió feliz y viajó con la idea de quedarse en Nepal.  Durante dos meses recorrieron parte de la India. Que diferente le  parecía  todo aquello.
Aruna y Ambar visitaron a sus padres biológicos .El reencuentro fue muy emotivo.  Las niñas y su madre verdadera se abrazaron durante muchos minutos.Su  madre natural, lloraba incesántemente. Debió ser muy duro para ella separarse de sus hijitas, pero allí solo tienen valor los varones que pueden ayudar en el campo. Las hijas suelen ser una molestia y un gasto. 
La humildad con la que vivían sus padres naturales, les resultaba insufrible.
Dormían en el suelo sobre unas esteras, careciendo de todo aquello a lo que ellas ya se habían acostumbrado.
Regalaron  colchones a sus padres y algunos animales para que pudieran vivir mejor.
Aruna visitó a sus queridos niños del orfanato, pero ya no era parte de ellos.  Las distancias hace que miremos y sintamos las cosas de diferente forma.
La doctora averiguó que nuevamente el tío de las niñas había sacado tajada de la adopción de Aruma. Vendió a su sobrina por segunda vez.
En un país tan cargado de corrupción no era nada nuevo.  Aruna  despidió a su tío enérgicamente, no quería volverle a ver nunca mas.  Sentía acritud y amargura hacia el.  No queria  saber nada de él jamás.
Aruna, aunque joven con una gran madurez, decidió no contarle nada de las maniobras de su tío a sus padres, para evitar males mayores.
Llegó el momento de la gran decisión. Aruna ya no pertenecía a ese mundo y entendió que su vida sería mucho mejor en Barcelona y desde allí podría ayudar mejor a su familia.
En la actualidad,  Aruna  está contenta de ser una barcelonesa más. Se ha adaptado completamente a la sociedad catalana y dice estar muy feliz entre nosotros.
Aruna es una luchadora digna de admiración y ha demostrado ser una gran persona.






sábado, 8 de febrero de 2014

sábado, 1 de febrero de 2014

EN EL VIENTRE...




En el vientre de una mujer embarazada se encontraban dos bebés. Uno pregunta al otro: - ¿Tú crees en la vida después del parto? - Claro que sí. Algo debe existir después del parto. Tal vez estemos aquí porque necesitamos prepararnos para lo que seremos más tarde. - ¡Tonterías! No hay vida después del parto. ¿Cómo sería esa vida? - No lo sé pero seguramente... habrá más luz que aquí. Tal vez caminemos con nuestros propios pies y nos alimentemos por la boca. - ¡Eso es absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer por la boca? ¡Eso es ridículo! El cordón umbilical es por donde nos alimentamos. Yo te digo una cosa: la vida después del parto está excluida. El cordón umbilical es demasiado corto. - Pues yo creo que debe haber algo. Y tal vez sea sólo un poco distinto a lo que estamos acostumbrados a tener aquí. - Pero nadie ha vuelto nunca del más allá, después del parto. El parto es el final de la vida. Y a fin de cuentas, la vida no es más que una angustiosa existencia en la oscuridad que no lleva a nada. - Bueno, yo no sé exactamente cómo será después del parto, pero seguro que veremos a mamá y ella nos cuidará. - ¿Mamá? ¿Tú crees en mamá? ¿Y dónde crees tú que está ella? - ¿Dónde? ¡En todo nuestro alrededor! En ella y a través de ella es como vivimos. Sin ella todo este mundo no existiría. - ¡Pues yo no me lo creo! Nunca he visto a mamá, por lo tanto, es lógico que no exista. - Bueno, pero a veces, cuando estamos en silencio, tú puedes oírla cantando o sentir cómo acaricia nuestro mundo. ¿Sabes?... Yo pienso que hay una vida real que nos espera y que ahora solamente estamos preparándonos para ella...