Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

miércoles, 28 de marzo de 2012

Pumba!

En la búsqueda de la felicidad por Amanda Cass


Los años pasan por todos nosotros y las experiencias de la vida, las buenas y las malas van labrando arrugas en nuestra piel. Unas arrugas denotan sufrimiento y otra mas bonitas son de sonreír.  Esos surcos en la piel no son mas que el testimonio de que hemos vivido, sentido, gozado, sufrido y como no, aprendido.
Desarrollamos una intuición que nos da avisos sobre peligros, otras veces nos augura bonanzas. Y tantas veces desoímos esos gritillos que surgen de nuestro interior, cerramos fuertemente los ojos,  e imponemos nuestra fe delante de lo evidente y pumba! resulta que hay benditas veces en  las que acertamos y lo que era evidente y previsible no era tal.  Y así de vez en cuando la vida y la gente te sorprende muy gratamente y aprendes a valorar la paciencia.
La gente se equivoca, nosotros nos equivocamos y es así como  la vida nos da lecciones de humildad y deseos de redimirnos y de redimir a los demás.
Todo lo que vivimos nos sirve, tenemos la capacidad de cambiar algunas actitudes, pero hay otras que son innatas, forman parte de nuestra personalidad y se nos quiere como somos o se nos deja por imposibles, igual nosotros a los demás.
En mi caso si tengo dudas pregunto. Si tengo un problema lo afronto. No ceso en mi empeño cuando me propongo una meta, mucho menos cuando algo no me queda claro.No me privo de preguntar y soy frontal, para algunos  será un defecto y para otros es una virtud, porque así es todo en esta vida, todo depende del observador, pero a mi el ir directa al grano  me produce seguridad, energía y paz.  
 Me gusta la gente que cuando me habla me mira a los ojos y es capaz de sostener su mirada. 
También  aprendí que muchos conflictos surgen por culpa de malentendidos o diferencias en el uso y comprensión del lenguaje.
Es importante definir lo que se entiende por eso o por aquello, porque ninguna persona tiene la misma visión que otra  cuando observan un mismo objeto o una misma situación.   Siempre  siempre, sacar la parte positiva de cualquier situación,  asumir que todos cambiamos y establecer pautas de comportamiento y pactos.
Como decía mi sabia abuela en la vida es mejor ponerse colorada una vez que cien amarilla.
Rápido, veraz y sin anestesia, aunque duela.
El conocimiento, el saber que queremos y que no queremos nos da paz y nos da libertad y por eso hoy estoy aquí, porque valía la pena arriesgarse y porque  pumba! resulta que hay benditas veces en que acertamos.
Hoy mis arruguitas  son de sonreír. Buenas noches a todos.



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