Las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada

martes, 26 de enero de 2010

Hoy recordé..


Hoy recordé los nombres que puse a tus besos, a tus caricias, a tus abrazos para no olvidarme. La lista de los reyes Godos no tenía tantos ni fui capaz de memorizarlos nunca como lo hice con todo lo que me habla de ti.
Quien sabe que nos depare el destino. A lo mejor nos une para siempre, pero si por azares de la vida nos alejáramos, quizás podría olvidar tu nombre, pero nunca tu mirada verde de bosque, ni cada uno de tus besos, ni el estremecimiento que siento cada vez que me acaricias o te pienso.
Puedo empapelar la distancia que nos separa con cientos de hojas que escribí con todos esos nombres, con todos esos recuerdos, con todos esos gritos mudos lanzados al viento imaginando que podrías percibirlos, pensando que quizás tu también estés pensando en mi.
Hoy el tiempo de la espera se acorta y empiezo a soñar la realidad.
Hoy mis pensamientos caminaban sobre flores de primavera

domingo, 24 de enero de 2010

Un día para recordar

El domingo pasado fue un día formidable, un día para recordar a pesar de la lluvia. No me resistí a poner esta foto que me recuerda lo bien que me lo pasé con mi sobrina mayor, mi ahijada.
Fui la primera que la vio al nacer, después del médico y la comadrona y antes que su madre que andaba anestesiada.
Para mi que tenía 14 años en ese tiempo, fue un momento mágico que no olvidaré jamás. Ambas bajo el signo de aries.
Fue el primer bebé de la familia, y aunque todos los que vinieron tras ella fueron muy queridos, ella por ser la primera, quizás fue la mas contemplada en la familia.
Detrás llegaron muchos niños y nuestras reuniones familiares fueron maravillosas, siempre con la alegría que solo los pequeños saben darnos.
Hemos estado muy unidas en casi todas las etapas de la vida, en ondas acordes a nuestras edades, con tratamientos distintos que cambiaban en función de la altura que su cuerpo iba adquiriendo.
Lo que jamás pude imaginar es que con los años además de llevar la misma sangre llegaríamos a ser tan buenas amigas y a establecer estos vínculos tan fuertes.
Hoy tenemos la complicidad y la confianza de dos mujeres que tienen corazones gemelos, formas de sentir muy parecidas y conceptos de la vida y de como debe ser bastante iguales.
Andamos en la misma onda, hasta nuestros escritos suelen coincidir con nuestros estados de ánimo, es como si estuviéramos conectadas y una diera respuesta a la otra en el preciso instante en que se dan las cuestiones.
Me siento muy orgullosa por tener esta amiga, que es sensible, cariñosa, útil e independiente, mas porque la he visto crecer y progresar a todo nivel.
Ambas miramos las mismas estrellas en el firmamento y estoy segura de que las dos conseguiremos bajar a tierra la nuestra.
Un beso Elenita.


sábado, 23 de enero de 2010

La cuenta atrás




Esta ha sido una tarde tranquila. Parece que los viernes todo el mundo huye para prepararse para el fin de semana y todo queda en calma y tranquilidad.
El silencio invita a pensar y como siempre acabo soñando despierta y los recuerdos afloran en mi pensamiento incontrolados.
Se me escapa la sonrisa cuando recuerdo en como se te nota el acento extranjero cuando cantas y el último día en casa, cuando cantábamos acompañados por tu guitarra en la cama y la ardilla del tejado no paraba de hacer ruido seguramente aterrada por nuestras voces.
Me encantaría ponerme a gritar tu nombre como solía hacer en los otros viajes cuando te ausentabas, pero aquí no hay roca emisora donde subirse a llamarte.
Aunque hoy es un día lluvioso, normalmente veo un horizonte despejado y cada tarde cuando el sol empieza a ocultarse, el cielo se torna de un malva espectacular, tan malva como el que me mostraste en tu ventana hace años ¿recuerdas?. Ese día fue cuando supe que me había enamorado perdidamente de ti. Se que en este preciso instante tu miras el mismo cielo y puedes sentirme tan cerca como yo te siento a ti.
Esta tarde sin embargo hace frío y llueve, pero bajo mi paraguas alcanzo a percibir el olor de tu bosque en un soplo del viento que me susurra que el buen tiempo viene de camino.
Y es que la cuenta atrás ya ha empezado...



miércoles, 20 de enero de 2010

Como chocolatinas y con ellas el amor y el deseo


Demasiada tristeza últimamente, así que voy a poner un toque dulce para neutralizarla con un poema goloso que me encanta como las chocolatinas.



Dulce, te asomas a mi boca,
en mis labios te entregas.
Mi chocolatina hecha realidad
Eres en mis sueños lo más dulce de mi confitería.
Inspiras en mí los más dulces deseos
Y en ti vivo
En ti respiro en mis pensamientos
en ti inspiro estos versos hechos lamentos.
Convencido de que viví, estudié y hasta creí,
no, toda mentira
no puedo decir que he vivido,
sin estos sentimientos.
Soy un mendigo de tu amor,
de tu mirada tranquila
de tu piel, de tu calor,
no hay a quien no envidie
sólo porque te pueda mirar.
Aquí, en la soledad de mi habitación,
miro por la ventana
Te veo a pasar
Suelto una lágrima clara transparente
Tras los cristales me escondo
Y en mis andrajos de mendigo
solo te puedo desear.
Pienso que tal vez nunca haya vivido
Que todo fue una pesadilla, una ilusión,
que no haya ni estudiado
ni amado, ni creído, ni cantado una canción
sencillamente no he existido,
solo por no poderte abrazar.
Mi chocolatina eres tu
y en ti si esta la realidad
En mi chocolatina hay mas realidad
que en todos los libros y enciclopedias
Tu eres mi futuro mi presente,
el amor no sabe nada de distancias
ni de tiempo ni de espacio ni de realidad
Para el mundo estoy ausente
para ti estaré siempre a tu lado.
En tu sabor dulce poso mi boca
En la que me encontré y me perdí
Solo de eso tengo la certeza
De que nunca dejaré de estar ahí.

U.M.E.

Epidemia




Desde Navidades para acá he tenido la oportunidad de estrechar relaciones con amigas y con alguna mujer de mi familia, relaciones que tenía algo abandonadas, con tranquilidad, en torno a una mesa con una buena comida, sin prisas.
Hemos tenido conversaciones íntimas, profundas, muchas confidencias. Hacía mucho que no disfrutaba de su compañía, de su cariño y de su franqueza. Las obligaciones, las prisas y los compromisos del día a día a veces crean vacíos de tiempo muy largos .
Todos estos encuentros han sido muy enriquecedores para mi, reveladores en algún caso.
Algunas me sorprendieron con noticias que ni podía imaginar, otras me ilustraron con sus conocimientos sobre crecimiento personal, lo que tampoco las libra de pasar por momentos complicados, pero si les ayuda a encontrar el camino dentro del aprendizaje y el autocontrol.
Todas nosotras necesitábamos mucho estos encuentros para compartir, aconsejarnos e incluso tocar de pies al suelo.
No se que ocurre este mes de enero, parece que una epidemia de realismo y de tristeza se apoderó de algunas de nosotras. Incluso hoy fui de paseo por algunos blogs y percibí las mismas lecturas que con ellas, los mismos sentimientos, casi todos tristes.
De todas las situaciones que se plantearon en esas reuniones, todas ellas distintas entre sí, llego siempre a la misma conclusión, las mujeres andamos mas pendientes de los demás que de nosotras mismas y así nos va.
Nos la pasamos preguntándonos que necesitarán, que pensarán, que esperarán de nosotras y así vamos actuando según las reacciones de los demás, como si no tuviéramos autonomía para dar pasos independientemente.
Ponemos mucho empeño en justificar situaciones de las que sabemos a ciencia cierta que nos son perjudiciales. Tenemos que ceder demasiado espacio vital, demasiada autonomía, para obtener pequeñas satisfacciones.
Tenemos mucha fe en que las cosas cambien por si solas. Derrochamos carros y carretas de paciencia en esa esperanza y así vemos pasar el tiempo y todo sigue mas o menos igual.
Nos imponen o nos imponemos nosotras mismas roles que no deberíamos asumir con exclusividad y después nos quejamos, en lugar de decir basta y cambiar el guión.
En su día no supimos decir NO y ahora no podemos cambiar la situación sin crear un conflicto y eso nos aterra.
Siempre actuamos en pos de proteger a.., justificar a..., esperar a... y no es que esto sea malo, lo que falló es que en ningún instante nos paramos a preguntarnos a nosotras mismas que es lo que realmente queríamos en nuestra vida, que trabajo nos realizaría, qué nos hace felices, que persona queremos a nuestro lado en el presente y en el futuro y que características deberían adornarle.
Tan solo tomando un lápiz y un papel se podría confeccionar una lista de todas esas pautas y hacer una valoración objetiva de lo que tenemos. Suena algo frío pero es muy útil.
¿Cual sería el trabajo de nuestros sueños?, aunque estos no son tiempos de andar eligiendo ni de hacer experimentos con gaseosa, pero no está mal saber que trabajo nos llenaría, aunque sea complicado conseguirlo hoy, mañana quien sabe.
Hay que soñar las cosas antes de que se hagan realidad como alguien dijo.
¿Qué virtudes nos gustarían que tuviera nuestra pareja y sobretodo que actitud debería tener hacia nosotras? y ahí si hay muchas posibilidades de mejorar nuestra situación, mediante la comunicación, el intercambio, el acuerdo. También puede ocurrir que eso no tenga arreglo o que ya pasó su tiempo.
Todo puede cambiar, o finalizar.
Lo único sagrado en esta vida son los hijos y en eso todas coincidimos, lo demás es susceptible de cambio si no nos complace.
Los hijos sean como sean son parte de nosotras y para siempre. Por ellos en ocasiones permanecemos en situaciones insostenibles de infelicidad, aunque también es muy corriente poner de excusa a los hijos para no asumir nuestros miedos a los cambios.
Los hijos, crecen, se marchan, se desapegan y ahí te quedas.
Todos tenemos una vida limitada y es solo nuestra, la única que tendremos y hay sacrificios salvables que no deberíamos padecer. Tenemos el derecho de mejorar en la medida de lo posible, de equivocarnos, de acertar. Nadie va a vivir en nuestra piel salvo nosotros mismos.
Lo mas difícil es dar el primer paso para cambiarla, pero para eso están las amigas para escuchar, ayudar, apoyar y recoger los pedacitos si alguna sopera de la vajilla se rompe.
De vez en cuando hay que hacer un alto en el camino y compartir con personas a las que queremos, en las que confiamos plenamente, ya que veces precisamos que nos abran los ojos.
Parece que se avecinan acontecimientos para las próximas fechas y no todos apuntan a ser dulces
Este mes de enero es un mes muy extraño.



domingo, 17 de enero de 2010

Penélope


No quiero tiempo sin amor,
No quiero amor sin tiempo,

El tiempo sin amor no existe.


(gracias Hímero)
.........


Llevo años tejiendo para apartar de mi pensamiento el paso del tiempo y el desierto que dejó tu ausencia.
Aquí sigo defendiendo un puesto vacío, con la duda de si estás vivo, si estás muerto o simplemente si algún día regresarás a mi.
Los hombres sois así, inquietos, siempre buscando, navegando contracorriente y dejándonos a vuestras mujeres mirando hacia el horizonte, buscando en el mar una señal que anuncie vuestro regreso.
El día es triste y la noche yerma sin el calor de tu cuerpo. Muchas lunas han pasado desde tu partida y no conseguí hacer brillar mis ojos en los ojos de otro hombre, como me pasaba cuando me miraba en los tuyos.
Hice varias cuentas atrás. Termino de tejer, deshago, vuelvo a terminar y me consuelo pensando que al final de cada labor volverás a mi. Intento justificar tu marcha, convencerme de que mi lugar está esperándote, pero sabes que dice la ley. No se por cuanto tiempo mas podré guardar tu sitio.
Mientras el tiempo pasa y la vida se me escapa del pecho. Mis cabellos empezaron a cubrirse de nieve y mi piel inventó nuevos surcos, caminos marcados por días de desánimo y desesperación. Tu espera es una eternidad que no termina. Cuanta amargura y que amor tan leve.
¿Cuanto más tengo que esperar por ti?

sábado, 16 de enero de 2010

Tres círculos cerrados



Con el paso del tiempo miramos atrás y casi no reconocemos a personas que compartieron nuestro camino, casi no nos reconocemos a nosotros mismos, en lo que cambiamos de forma de pensar, en lo diferentes que nos vemos en las fotos antiguas.
Hemos quedado para comer dos amigas y yo, hacía mucho tiempo que no nos veíamos y mucho menos solas, sin nuestros maridos o ex, todos amigos también.
Nos conocimos hace décadas, cuando las tres éramos practicamente adolescentes. Tiempos de discoteca, de proyectos, de sueños que con el tiempo se fueron cumpliendo.
Tiempos en los que nos divertíamos mucho, lo normal a esas edades. Enlazábamos un día con otro en el fin de semana.
Cuando llegaba el buen tiempo, después de trabajar nos reuníamos todos los amigos en una terraza a tomar algo o a picotear y charlando se nos hacía la 1 o las 2 de la madrugada, daba lo mismo que madrugáramos al día siguiente, podíamos con todo, éramos mas felicianos que unas pascuas.
Tras noviazgos bastante largos nos fuimos casando una tras otra, tuvimos hijos y completamos el ciclo que se esperaba de nosotras. Esposas y madres tradicionales, mujeres trabajadoras y de su casa.
Recordábamos nuestras ilusiones, lo claro que teníamos lo que deseábamos. Podíamos asegurar el camino que íbamos a seguir, el camino típico, matrimonios para toda la vida, estábamos seguras de ello.
Hoy nos encontrábamos sentadas entorno a la mesa y nuestra conversación era un profundo lamento. Aunque ninguna renegaba de su andadura, coincidíamos en una profunda desilusión.
A cada una en su momento se le había muerto el amor. Se murió sin motivos de peso, se nos murió de aburrimiento, de abandono, de desgaste... a saber. Un buen día se desvaneció y ningún intento, ninguna descarga de desfibrilador consiguió resucitarlo de nuevo.
Se acabaron en la pareja los proyectos comunes, las conversaciones, la impaciencia por vernos y poquito a poco todo terminó, era como que habíamos llegado al final de un proyecto y tocaba despedirse.
Hoy una sigue casada y resignada, otra separada y la otra tomando la decisión de separarse porque agotó los recursos de convencerse a si misma de que queda algo de aquel amor en algún remoto lugar de su alma.
Hoy la escuchábamos mientras entre lágrimas nos confiaba lo mal que se sentía y que no aguantaba mas esa situación, el sentirse un mueble mas de su casa y el de mirar a los ojos a su marido y no reconocer a aquel muchacho que en tiempos sabía como hacerla levitar.
¿Nos equivocamos las tres?
Pienso que no, fuimos las tres felices en nuestro momento. Creo que cumplimos una etapa y que se ha terminado. Hay relaciones que duran y se aman para toda la vida pero esas son las menos, otras duran una estación, unos años. Cuando algo se termina hay que saber cerrar el círculo como dice Cohelo.
Y es que la vida sigue, hay mas fuera de ese círculo yo lo se muy bien. Las cosas no ocurren porque si, una lleva a otra.
Las tres seguimos en diferentes tiempos la misma ruta. Noviazgo, boda, hijos y parece que ahora casi con las mismas diferencias de intervalo de tiempos que en lo anterior llegan las separaciones.
Hoy nos reunimos para comer tres círculos cerrados.



Sacado de la rede descubrimiento:


Un estudio publicado por la Universidad de Los Ángeles,
California,indica que la amistad entre mujeres es
verdaderamente especial.
Se descubrió que las amigas contribuyen al fortalecimiento
de la identidad y protección de nuestro futuro.
Constituyen un remanso en medio del mundo real,
lleno de tempestades y obstáculos.

Las amigas nos ayudan a llenar los vacíos emocionales
de nuestras relaciones con los hombres y nos ayudan
a recordar quienes somos realmente.
Después de 50 años de investigaciones, se identificó que
existen sustancias químicas producidas por el cerebro
que ayudan a crear y mantener lazos de amistad
entre las mujeres.

Los investigadores, hombres en su mayoría,
se sorprendieron con los resultados de los estudios.
Cuando la hormona OXITOCINA es liberada como parte de
la reacción de las mujeres frente al estrés,
ellas sienten la necesidad de proteger a sus hijos y
de agrupar se con otras mujeres;
cuando pasa eso, se produce una cantidad aún mayor de
oxitocina, que reduce el estrés más agudo y provoca
un efecto calmante.

Estas reacciones no aparecen entre los miembros
del sexo masculino porque la testosterona que
los hombres producen en altas cantidades,
tiende a neutralizar los efectos de la oxitocina;
mientras que los estrógenos femeninos aumentan
la producción de esta hormona.

Después de repetidos estudios, se demostró que
los lazos emocionales existentes entre las mujeres
que son amigas verdaderas y leales,
contribuyen para una reducción de riegos de enfermedades
ligadas a la presión arterial y colesterol.
Se cree que ésta puede ser una de las
razones de que las mujeres vivan más que los hombres.

Las mujeres que no establecen relaciones
de amistad con otras mujeres, no muestran los
mismos resultados en su salud.
Así que tener amigas nos ayuda no solamente a vivir más,
sino también a vivir mejor.
El estudio sobre la salud indica que cuantas más
amigas tenga una mujer, mayor es la probabilidad
de que llegue a vieja sin problemas físicos y
llevando una vida plena y saludable.

En este mismo estudio se observó también,
cómo las mujeres superan los
momentos críticos (como la muerte del cónyuge)
y se percibió que las mujeres que podían confiar
en sus amigas reaccionan sin enfermedades
graves y se recuperan en un lapso menor que aquéllas
que no tienen enquien confiar.
El estudio concluyó que la amistad entre las mujeres
constituye una fuente de fuerza, bienestar, alegría
y salud. Por eso y por muchas cosas más:

¡Qué vivan las amigas!



Por un mundo sin pobreza

Nocheinfinita ha tenido la amabilidad de dejarme copiar su post en este espacio. Gracias Noche


POR UN MUNDO SIN POBREZA


La red VOCES la formamos un grupo de personas vinculadas al mundo de la cultura comprometidas con la lucha contra la pobreza y la exclusión social que afecta a la infancia.




Los impulsores de esta iniciativa estamos firmemente convencidos de que es posible construir un mundo justo y sostenible para todos.

Entendemos que la CULTURA es una herramienta fundamental para ampliar las oportunidades de los niños y las niñas y para lograr su pleno desarrollo e integración.

www.voces.org.es

¿SABÍAS QUE?


Información e imágenes sacadas de la web Voces.